Somena no tiene nada que ver lo que comentamos de que estas fiestas son un asco con el optimismo.
Creo que a optimista no me gana nadie, además mi año ha sido maravilloso tanto personal como profesionalmente (tengo trabajo, he aprobado auxilio y tramitación...y sigo vivo en gestión). En fin que no tengo ninguna queja del 2009, más bien todo lo contrario.
Son un asco por varios motivos...y para mí el principal es que hay gente que sufre y parece que todos tenemos que estar contentos (y contento es que hay que sobreactuar porque no vale con ser como el resto del año) por narices porque sino somos unos aguafiestas y, encima, se nos acusa de que no tienen espíritu navideño. Hay personas que no tienen espíritu navideño porque la vida no les ha dado (o en un momento puntual de su vida) la oportunidad de tenerlo...Tan sencillo y tan respetable como esto.
Y a los que dicen que les gustan estas fiestas sólo hay que fijarse en los carretos de la gente en el metro, en centros comerciales para observar lo felices que somos todos y con que alegría hacemos regalos a nuestros seres queridos.
Ahora bien, si optimismo es confiar en que un día de estos una señora no me atropelle en el hipercor por ser la primera en llevarse unas bragas de saldo para regalárselas a su maravillosa cuñada porque no sabe qué coño comprar (con la que, además, seguro que se lleva muy bien y reina entre ellas un maravilloso espíritu navideño)...entonces, querido amigo creo que soy bastante pesimista.
La navidad es para los niños, para hacer feliz a nuestros hijos, por estos si que merece la pena estar contentos y transmitir felicidad y misterio en estas fechas...pero por los adultos...
Un saludo a todos